Durante el partido de la selección sub-20 de Ecuador contra Estados Unidos, hubo un momento de gran peligro en el área ecuatoriana cuando parecía que la pelota estaba bajo control, pero estuvo a punto de convertirse en el primer gol para el equipo norteamericano.
A los 58 minutos del segundo tiempo, el portero Gilmar Napa intentó despejar el balón, pero terminó golpeando a su compañero García en el rostro. El balón quedó suelto y listo para que Luna anotara, pero inexplicablemente falló frente a un arco vacío.
Este susto demostró la falta de coordinación y concentración en la defensa ecuatoriana, lo cual debe ser corregido para evitar situaciones similares en el futuro.