Novak Djokovic, el tenista serbio, se ha convertido en el centro de atención tras su victoria en Roland Garros, donde obtuvo su 23° título de Grand Slam, convirtiéndose en el único tenista masculino en lograr esta hazaña. En una entrevista con TennisMajors, Djokovic reveló su lado agotador y exigente durante los torneos, reconociendo que descarga su energía en su familia y equipo. A pesar de su éxito, Djokovic se esfuerza por ser el mejor padre, hijo y hermano posible, pero reconoce que el tenis profesional consume gran parte de su energía. Destacó su orgullo y alegría al alcanzar este hito histórico, pero también mencionó el alivio que siente. Djokovic se describe a sí mismo como alguien exigente y nervioso en la cancha, pero confía en sus habilidades y en lo que se requiere para ganar en eventos de este calibre. Reconoce la importancia de su familia y sus primeros entrenadores, Jelena Gencic y Nikola Pilic, en su desarrollo como jugador versátil y adaptable. A sus 36 años, Djokovic no tiene intenciones de detenerse y planea seguir compitiendo en Grand Slam mientras tenga la energía física y mental para hacerlo.
«El lado exigente de Djokovic: la clave de su éxito en los eventos de alto calibre».
