El Mundial de Rusia supuso una revolución para el mundo del fútbol con la aparición del VAR. Curiosamente, en la cita mundialista nadie discutió el uso del VAR. Todo lo contrario, a lo que ha sucedido en años posteriores y especialmente en las competiciones de clubes. Ahora es el turno, aunque ya se está poniendo en práctica en algunas competiciones, del fuera de juego semiautomático (SAOT). La tecnología permite la opción de resoluciones con una animación tridimensional, generada durante el partido de manera automática.
Gianni Infantino siempre ha defendido la justicia dentro del fútbol. Por eso luchó por la implantación del VAR y ahora porque la máquina decida lo que es o no es fuera de juego y que lo haga de una manera rápida. Los cambios que se proyectan no se quedan aquí, pero de momento es el que se ha decidido, es el de delimitar la posición correcta del delantero.
¿Cómo se decidirá? El balón llevará en su interior una unidad de medición inercial (IMU, por sus siglas en inglés), que enviará un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de vídeo, lo que permitirá detectar con absoluta precisión el momento exacto en el que se golpea el balón. Se acaba con la historia del frame arriba, frame abajo.
El objetivo es reducir la toma de decisiones de los 70 segundos actuales, de media a 25 o menos. La mejora tecnológica irá acompañada de 12 cámaras instaladas bajo la cubierta de cada estadio para captar los movimientos del balón y hasta 29 puntos de datos de cada jugador que se tomarán 50 veces por segundo. Estos datos luego se transmiten a un AVAR específicamente de fuera de juego para verificar y hacer su recomendación al VAR y al árbitro de campo.
La duda llega cuando la jugada necesita interpretación del VAR. ¿Qué pasa en ese momento? Solo participará en determinar, en cuanto a las interferencias en el juego o a un adversario, ya que son decisiones subjetivas. Se comunica al árbitro, que sancionará inmediatamente.