La visita de Inter Miami a Texas brindó un doble espectáculo: Lionel Messi desplegó su magia futbolística, aunque empañada por incidentes desagradables. A pesar de que el «10» argentino atrajo la atención y deleitó al público en sus primeras presentaciones, su incursión en el territorio rival le exigió un nuevo desafío. Sin embargo, la trama tomó un giro sombrío cuando un grupo identificado como «Fans de Messi» fue agredido por barrabravas de Dallas FC en el estacionamiento del estadio, arrebatándoles banderas y expulsándolos abruptamente. Lamentablemente, esta violencia no se limitó a la previa, ya que una pelea entre aficionados en las gradas se volvió viral tras el triunfo de Inter Miami, sin intervención de seguridad ni otros simpatizantes. Estas altercaciones cuestionan la transformación que trajo Messi a la MLS, con incidentes previos, como el vandalismo de un mural en Orlando City, que atentan contra el entusiasmo generalizado por su llegada. El asombroso pase a cuartos de final de la Leagues Cup por parte de Inter Miami se ve ensombrecido por la necesidad de abordar y erradicar estas preocupantes manifestaciones de violencia, a fin de salvaguardar la imagen y la integridad del deporte y sus seguidores.
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