La eliminación de Emelec ante Defensa y Justicia en los octavos de final de la CONMEBOL Sudamericana destaca una vez más las dificultades del equipo en la competición internacional. A pesar de su esfuerzo por remontar, las carencias de recursos y la falta de profundidad en su plantilla se hicieron evidentes, restringiendo su capacidad para superar instancias cruciales. A lo largo de sus participaciones, la escuadra eléctrica solo logró llegar a los cuartos de final en una ocasión en 2014, mientras que en cinco ocasiones posteriores quedó estancada en octavos. La ausencia de figuras clave como Miller Bolaños y Alejandro Cabeza en la ofensiva, junto con la incapacidad de habilitar a Jaime Ayoví, representaron una falta de opciones en esa línea. A pesar de los refuerzos, solo Michael Carcelén pudo marcar diferencia, dejando en evidencia la necesidad de una renovación más profunda. La indisciplina de jugadores como Bryan Carabalí, John Jairo Sánchez y Edgar Lastra también influyó negativamente en las opciones del equipo. Ahora, el enfoque deberá estar en la LigaPro, donde Emelec lucha en la zona baja y enfrenta el desafío de mejorar su rendimiento y escapar del peligro del descenso, planteando interrogantes sobre si la plantilla actual es suficiente para lograr dicha transformación y volver a ser un protagonista en el fútbol local.
Refuerzos agridulces: Falta de impacto en la alineación de Emelec.
