La reciente adquisición del Chelsea por parte de Todd Boehly, sucediendo a Roman Abramovich, ha marcado el inicio de un nuevo capítulo en el club en el año 2023. A pesar de los cambios en la plantilla, persisten los vestigios de la Era Abramovich, pues el club aún enfrenta las consecuencias de las irregularidades cometidas durante su gestión. Si bien Boehly ha asumido el mando, el Chelsea enfrenta una investigación por parte de la Premier League en relación con posibles transgresiones financieras, específicamente pagos a empresas offshore. Los documentos proporcionados por la administración de Boehly han provocado este escrutinio, señalando pagos relacionados con transferencias no reportadas en informes anuales ante organismos como la Premier League, la FA y la UEFA. Dada la gravedad de la situación, el club se halla en riesgo de enfrentar sanciones que abarcan desde multas substanciales hasta penalizaciones deportivas, incluso la deducción de puntos en la competición liguera. Este episodio recuerda la multa de 10 millones de euros impuesta el año anterior al Chelsea por información incompleta sobre transferencias pasadas entre 2012 y 2019. A pesar del resonante éxito en términos de títulos durante la era de Abramovich, caracterizada por múltiples trofeos de la Champions League, Europa League y Premier League, la gestión también dejó su huella en forma de irregularidades que actualmente están pasando factura al club gradualmente.
Sombras tras el cambio de mando: Chelsea bajo la lupa por irregularidades financieras
