En los últimos años, la Major League Soccer (MLS) ha emergido como un destino atractivo para futbolistas ecuatorianos en busca de nuevas oportunidades y proyección internacional. Este fenómeno ha sido impulsado por agentes visionarios como José Luís Chiriboga, quienes vislumbraron el potencial de la liga estadounidense para el desarrollo de talento. Jugadores como Carlos Gruezo, proveniente del Augsburgo alemán, y Leonardo Campana, con experiencia en Europa, han sido atraídos a la MLS como franquicias, redefiniendo el concepto de ‘jugador franquicia’. La liga, en contra de algunas percepciones, no ha mermado el nivel de juego de los futbolistas ecuatorianos, como demuestran las convocatorias a la selección nacional de Jhegson Méndez, José Cifuentes y Xavier Arreaga, quienes incluso han logrado saltar a escenarios más competitivos como Brasil y Escocia. La adaptación exitosa de varios jugadores, como Marco Angulo en el Cincinnati FC, y el regreso con un nivel en alza de figuras como Jordy Alcívar y Alexander Alvarado, subrayan la positiva influencia de la MLS en la proyección y madurez futbolística de los ecuatorianos.
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