La edición 2023 del Masters 1000 de Cincinnati ha estado marcada por una serie de circunstancias excepcionales que van más allá de los resultados sorpresivos en la cancha. En los últimos dos días, la competición ha sido testigo de varios retiros anticipados debido a problemas físicos, lo que plantea interrogantes sobre la condición de algunos jugadores. Dusan Lajovic, Mackenzie McDonald, Donna Vekic y Elena Rybakina son solo algunos de los nombres que se han visto obligados a abandonar sus partidos prematuramente. Esta tendencia, que se acentuó durante el miércoles con retiros como los de Davidovich Fokina, Rune y Jarry, ha generado preocupación en el circuito, agravada por la inminente proximidad del US Open en tan solo 11 días. Los desafíos de recuperación en un plazo tan breve antes del evento más importante en la gira de cemento norteamericana plantean un dilema para los jugadores y sus equipos en medio de una temporada ya de por sí exigente.
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