El traspaso de Bono al Al Hilal de Arabia Saudí marca el fin de una etapa significativa en el Sevilla. A pesar de la salida del guardameta marroquí, que dejó una suma de alrededor de 20 millones de euros en las arcas del club, su legado perdurará con dos títulos de la Europa League. Su adiós, en el día posterior a la Supercopa de Europa frente al Manchester City, encapsuló una despedida agridulce, llevándose consigo el afecto de un vestuario que reconoce su valiosa contribución. Con 142 partidos oficiales y un rol esencial en la portería sevillista, su despedida oficial aún está pendiente y se espera que el club agradezca formalmente su dedicación. Mientras la búsqueda de su sucesor avanza, el Sevilla enfrenta el desafío de llenar su vacío bajo la dirección de Víctor Orta, con opciones como Livakovic y Cakir descartadas debido a sus elevadas demandas económicas. La figura de Marko Dmitrovic emerge como una carta en la manga, respaldada por la confianza de José Luis Mendilibar, aunque el club andaluz trabaja en incorporaciones de bajo coste para revitalizar la plantilla.
Adiós desde Sevilla: Bono parte hacia el Al Hilal en busca de nuevos desafíos
