Marcelo Bielsa, el renombrado entrenador argentino, ha enfrentado el desafío de jugar partidos en la altura de Quito en dos ocasiones con diferentes selecciones sudamericanas: Argentina y Chile. Su enfoque en ambas ocasiones revela su compromiso con la preparación y la estrategia, destacando su habilidad para adaptarse a las circunstancias.
En su primera incursión en la altitud de Quito con la selección argentina, Bielsa optó por llegar el mismo día del partido, mostrando su confianza en la capacidad de sus jugadores para enfrentar los 2.850 metros sobre el nivel del mar. Su elección táctica de un 3-4-3 demostró su deseo de controlar el medio campo y mantener la posesión. Argentina ganó 2-0, mostrando una estrategia inteligente para manejar el juego y la pelota. Argentina ganó aquel partido 2 a 0.
En su segunda experiencia en Quito con la selección chilena, Bielsa adoptó un enfoque diferente al llegar una semana antes del partido para aclimatarse a la altitud. Este enfoque más precavido mostró su comprensión de los desafíos que representa la altitud en el rendimiento de los jugadores. A pesar de enfrentar contratiempos, como la expulsión de un jugador, Bielsa buscó adaptarse tácticamente al cambiar su formación con un 4-1-4-1. Aunque Chile perdió 1-0, esta experiencia subrayó la importancia de la preparación meticulosa en la altura.