La relación tumultuosa entre Gustavo Alfaro y la Federación Ecuatoriana de Fútbol continúa generando controversia, con un nuevo capítulo que arroja sombras sobre su paso por la selección. El entrenador argentino ha manifestado su insatisfacción con el veredicto del TAS, exigiendo una suma adicional de 1.4 millones de dólares, que incluye premios del Mundial, bonos y sus respectivos intereses. Esto contrasta con la decisión previa del TAS que otorgó a Alfaro 1.8 millones de dólares, una cifra reconocida públicamente como deuda por la FEF. La tensión entre ambas partes no es nueva, ya que Alfaro previamente había solicitado un salario de 4 millones de dólares para renovar su contrato, lo que finalmente no ocurrió. Este último episodio plantea interrogantes sobre la gestión financiera de la FEF y la relación tumultuosa que Alfaro mantiene con la entidad, dejando en el aire la posibilidad de sanciones y marcando un punto oscuro en su legado como entrenador de la selección ecuatoriana.
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