El estado físico de Lionel Messi ha generado una creciente preocupación en el mundo del fútbol. Lo que inicialmente parecía ser una simple molestia se ha convertido en una lesión que lo ha mantenido alejado de la cancha, incluso en eventos importantes como la Final de la US Open Cup. Esta ausencia sin fecha de retorno estimada ha llevado a la Selección Argentina a tomar medidas para proteger a su estrella de cara a los próximos enfrentamientos contra Uruguay y Brasil en noviembre.
La situación comenzó con el pedido de Messi a Lionel Scaloni para ser sustituido durante el partido contra Ecuador en las Eliminatorias Conmebol Sudamericanas, aparentemente por precaución. Sin embargo, su ausencia en el siguiente enfrentamiento contra Bolivia, sumada a su reducido tiempo de juego en el Inter Miami y las notables ausencias en partidos cruciales, ha arrojado dudas sobre su condición física y su capacidad para mantenerse en plena forma. Esto plantea la posibilidad de que no sea convocado para los próximos partidos de la selección, permitiéndole recuperarse adecuadamente antes de los enfrentamientos clave contra Uruguay y Brasil. En última instancia, la incertidumbre que rodea al estado físico de Messi está generando preocupación tanto en el sur de Florida como en el cuerpo técnico de la selección, y plantea interrogantes sobre su papel en los próximos desafíos en el calendario internacional de la Albiceleste.
