Kendry Páez, la joya de Independiente del Valle y la selección ecuatoriana de fútbol, fue silbado por un sector de la hinchada de Emelec; sin embargo, muchos demostraron que sí lo quieren.
Al final del partido, el joven jugador se subió al bus, pero al ver que un niño lo quería saludar, se bajó para tomarse una foto y firmarle la pancarta.
También aprovechó para saludar a algunas personas que coreaban su nombre en los exteriores del Capwell.