Mientras se acerca al regreso al césped para ayudar al Inter, Enner Valencia sigue guardando el dolor por la eliminación en la Conmebol Libertadores. El delantero sufrió en Beira-Rio tras la derrota ante el Fluminense y se sintió culpable por el aplazamiento del sueño del tricampeonato.
La Principal contratación del año pasado, con la casaca 13 fue el exponente del equipo hasta la semifinal del torneo. Después de un empate 2 a 2 en el Maracaná, Inter salió en ventaja en casa. La oportunidad se acercaba y Valencia tuvo la oportunidad de volver a colocar al equipo en la final.
Oportunista hasta entonces, Valencia falló en las posibilidades que tuvo. Uno de ellos, de cabeza cara a cara con Fábio, golero de Fluminense. El movimiento, por mucho que intente olvidar, todavía lo elimina, como reveló en una entrevista con Rafael Sobis, ex jugador brasileño que realiza contenido en el canal 4D
“Contra el Fluminense… Ni siquiera me gusta recordar el juego. Quien entiende de fútbol sabe que fuimos muy superiores”
“Si hago una de las dos oportunidades que tuve, la de cabeza. Me veo muy fuerte en la cabecera y me pregunto hasta el día de hoy cómo no ha entrado. El partido estaría decidido, pero perdimos y fue un m*”
Para empeorar las cosas, el Valencia terminó sorteado en el examen antidopaje. El ecuatoriano, sacudido por los errores y la caída, fue vencido por la emoción en los pasillos de Beira-Rio, mientras intentaba cumplir con el protocolo. El retraso fue tal que, cuando regresó al vestuario, ya no encontró a casi nadie y sintió el dolor sin tener a nadie con quien compartirlo.
“Después del partido, tuve que ir al dopaje. No podía contenerme de llorar de impotencia, rabia y fui al dopaje. Cuando llegué al vestuario, casi no había nadie más porque tardé mucho en orinar. Me quedé una hora y media más solo”
El atacante, actualmente, se recupera de una lesión en el pie derecho. Ayer lunes por la tarde, comenzó a moverse en el entrenamiento, pero aún no tiene plazo para actuar con el Inter de Porto Alegre.