Kylian Mbappé se despidió este domingo del Parque de los Príncipes con el cariño de los aficionados, especialmente de los ultras, y sin un homenaje del club, tras las diferencias que ha tenido con el presidente Nasser al Khelaifi.
Los ruidosos hinchas radicales del fondo Auteuil desplegaron un enorme tifo con Mbappé de medio cuerpo rodeado de unos laureles y encendieron bengalas rojas. El crack parisino fue a saludarles y agradecerles el gesto, después de que los ultras colgaran también una pancarta con el siguiente mensaje: «Enfant de la banlieue parisienne, tu es devenu une légende du #PSG (Niño de la banlieu parisina, te has convertido en una leyenda del PSG)».
El club, sin embargo, no organizó nada de forma oficial. Muy lejos en las formas queda el festejo que organizó el PSG hace dos años cuando, en vísperas de acabar su anterior contrato y cuando muchos creían que iba a dejar París para ir al Real Madrid, se anunció por sorpresa una renovación por dos temporadas y una opcional. Fuegos artificiales, abrazos con el presidente Nasser al Khelaifi, camiseta especial con la leyenda ‘Mbappé 2025’ y una grada en éxtasis contrastaron con el hermetismo mostrado este domingo por el club.
De cara a esta despedida, el jugador ya había hecho un par de guiños a los seguidores parisinos en el vídeo en el que el pasado viernes anunció su marcha al final de esta temporada. «Sé que no soy el jugador más expresivo, que no he estado al nivel del cariño que me habéis mostrado durante estos siete años», dijo, consciente de que a veces se le acusa de ser frío. «Pero nunca he querido engañaros, siempre he tratado de ofrecer resultados», aseguró.
Y luego se fue a compartir una barbacoa en las afueras del estadio con un millar de seguidores del grupo Colectivo Ultras París, un evento al que acudió con sus padres y su hermano Ethan, también futbolista del PSG. Pero el vídeo de Mbappé del viernes no gustó a la planta noble. En primer lugar porque, según asegura el club, no se le comunicó previamente y sobre todo porque el jugador agradeció uno por uno a todos los entrenadores y directores deportivos con los que ha trabajado en París, pero no mencionó al presidente Al Khelaifi.
Además, la prensa francesa apunta que puede estar pendiente la cuestión de la compensación económica al club, y que cifra en 80/100 millones de euros, sea en forma de renuncia a parte de sus primas de fidelidad o al pago de parte de la prima de fichaje que reciba de su próximo club, previsiblemente el Real Madrid.