Más allá del aspecto futbolístico, en que le hay varios puntos a mejorar, el que más se recriminó en el vestuario de España tras caer ante Japón fue la actitud, especialmente en el segundo tiempo. El propio Luis Enrique, especialmente enfadado, se lo hizo saber a sus jugadores solo acabar el choque. Un mensaje que caló entre sus futbolistas. En el descanso los españoles se vieron clasificados como primeros. Supieron que ganaba Alemania frente a Costa Rica y ellos estaban haciendo lo mismo ante un Japón y se relajaron excesivamente.
Como explicó Kubo a MD, a los nipones les cuesta levantarse sobre el césped y aprovecharon el descanso para volver a empezar, además cambiando el esquena y siendo más ofensivos, ya sin nada que perder. “En la segunda parte ellos se sentían eliminados y han salido más motivados que nosotros. Eso lo tenemos que corregir, nadie nos puede superar en intensidad”, apuntó Pau Torres. El central del Villarreal tomó nota para el próximo partido contra Marruecos, porque esto es un Mundial: “No nos pueden superar en motivación. Cualquier equipo es capaz de competir, así que tenemos que salir centrados y no regalar ni un minuto porque te dan la vuelta en nada”.
En la misma línea, Azpilicueta admitió que tras el descanso los japoneses “han cambiado de marcha. Han hecho un cambio de actitud, más agresivos y nos ha costado encontrar nuestro ritmo”. Al capitán del Chelsea no le importaba si caer ante Japón les llevaba por el lado, presuntamente, más asequible del cuadro: “Nunca son buenas la derrotas. Hay que ser ambiciosos e ir partido a partido”, indicó calmando al entorno que ya se imaginaba un cruce en cuartos contra Brasil cuando aún no se había jugado ni contra Japón. “Hay que recuperarse, que nos van a exigir al máximo”, puntualizó centrándose en el choque
Pedri, por su parte, admitía que el miedo les bloqueó. A diferencia de su entrenador, el centrocampista del Barcelona apuntó que “sí nos enteramos que estábamos fuera” y reconoció que “teníamos sensación de agobio”. El internacional canario animó a los suyos a a hacer borrón y cuenta nueva. “La moral la tenemos que dejar atrás, queríamos salir reforzados de la fase de grupos pero no ha podido ser”, dijo. Más allá de eso, quiso empezar ya a levantar los ánimos: “Tenemos otra oportunidad y tenemos que ir con todo”. Y subrayó: “Los partidos son a vida o muerte”. Ahora más que nunca.