Jack Draper (25°) sigue soñando despierto en el US Open, competencia en que este martes derrotó 6-3, 7-5 y 6-2 al australiano Alex De Miñaur (10°) para estrenarse absolutamente en semifinales de un torneo Grand Slam y finalmente cumplir todas las expectativas posadas sobre sus hombros. El perfil del jugador.
Nació en Sutton, Inglaterra, el 22 de diciembre de 2001 dentro de una familia ligada al tenis. El padre, CEO de la Asociación de Tenis de Gran Bretaña durante el período 2006-2013, y la madre, destacada jugadora durante sus años como juvenil, fueron una de las primeras personas que observaron el don que traía Jack desde temprana edad.
«Tomó una raqueta por primera vez al año y, ya en ese momento, podía verse la increíble coordinación que tenía», explicó Nicky, su madre, hace un tiempo.
El acompañamiento de su familia, sumado a la pasión que le inculcaron por el deporte desde niño, se convirtió en elemento clave en sus primeras incursiones. Las actuaciones relevantes, con títulos incluidos y final en Wimbledon, en esa etapa lo posicionaron como uno de los mejores del 2018, etapa en que Draper ya pensaba en la gran transición hacia el profesionalismo.
Unas cuantas temporadas de adaptación necesitaría el talentoso zurdo para firmar una gran celebración entre los grandes exponentes del tenis masculino, más precisamente en 2021, en el histórico ATP 500 de Queen’s, cuando ocupaba el 309° puesto del ranking, derrotó al italiano Jannik Sinner para impulsarse hacia sus primeros cuartos de final en un evento de tal magnitud. Un año después, en ese mismo certamen que tantas alegrías le ha dado a los tenistas británicos, se estrenó como nuevo miembro del Top 100.
Durante la temporada de 2022 continuaría su marcado ascenso, accediendo a semifinales en Eastbourne al eliminar al argentino Diego Schwartzman (15°) y a cuartos de final del Masters 1000 de Montreal al atravesar la qualy y sorprender al griego Stefanos Tsitsipas (5°), resultados que le permitirían clasificar a las ATP Next Gen Finals, llevando adelante una sólida campaña hasta caer en contra el estadounidense Brandon Nakashima (49°) en semifinales.
Pese a tener esa brillante carta de presentación por delante, el actual pupilo de James Trotman atravesaría un tortuoso 2023, período en que afrontaría serias lesiones, primero en Indian Wells contra Carlos Alcaraz y luego en Roland Garros versus el albiceleste Tomás Etcheverry, que ralentizarían su camino ascendente en la gira.
“Odio ser el tipo que se lesiona mucho. Es extremadamente duro jugar y perder. Me siento destruido mentalmente», confesaría el fanático de Oasis, quien saldría del Top 100 en un abrir y cerrar de ojos, viéndose obligado a bajar al circuito Challenger, en una entrevista a la cadena BBC.
Tras recuperar confianza en el segundo nivel y subir escalones en el ordenamiento, el amante de la gastronomía india, que creció admirando a su compatriota Andy Murray y simpatiza por el Manchester United, cerraría la temporada con los objetivos claros: «Espero que ‘Míster Lesiones’ quede atrás ahora. Quiero ser Top 20 y librarme de las lesiones. Quiero estar seguro que pueda jugar cinco sets en un Grand Slam sin molestias físicas».
Definitivamente que 2024 sería un antes y un después para el europeo, porque avanzaría hasta la final en Adelaida, estrenaría en Stuttgart su palmarés en el Tour, eliminaría a Alcaraz (3°) en Queen’s y accedería a cuartos de final en Cincinnati, previo a su inolvidable desempeño en Nueva York, donde eliminó en sets corridos a sus cinco rivales y escaló virtualmente hacia el 20° lugar del ranking.
«Sabía que mi momento llegaría, solo que oo sabía cuándo sería. Seguí creyendo en mí mismo, seguí trabajando. Es un privilegio y un honor estar en esta posición», reveló Draper, que enfrentará al ganador del duelo entre el italiano Jannik Sinner (1°) y el ruso Daniil Medvedev (5°).
(Tomado de ESPN)