Una semana después de que una jueza declarase estado de quiebra en Liga de Quito por una deuda reclamada por Nixon Carcelén, la propia directiva comunicó este lunes vía redes sociales que el proceso judicial está terminado y garantizan que el patrimonio del club no corre riesgo.
Fue la jueza civil Mónica Jacqueline Flor quien firmó una resolución en base a una demanda por parte de Nixon Carcelén, ex jugador (de 1996 a 2001 y de 2003 a 2004 y ex DT de las Formativas): precisó que «se presume el estado de quiebra» y pidió la interdicción, que significa que alguien tome el control del club.
El ex futbolista reclamaba valores pendientes desde 2009 a 2020, lapso de tiempo en el que trabajó en las Divisiones Formativas del club, bajo la administración de la familia Paz, primero con Rodrigo y después con su hijo Esteban. Durante varios años no había aparecido para cobrar los valores pendientes.
De inmediato, desde LDU apagaron el incendio y se puso al día con monto de la deuda, que era por un valor de $ 68.522,80 dólares, que debía ser pagada en mayo 2024. Y este martes, emitieron un comunicado.