El doping positivo del tenista italiano Jannik Sinner (1°) se ha convertido en una de las noticias más resonantes dentro del circuito en el último tiempo, generando opiniones diversas de sus propios colegas, así como de exjugadores, entrenadores y directivos.
Pese a que el bombazo salió a la luz hace prácticamente dos meses, el vigente campeón del Abierto de Australia y del US Open aún no consigue librarse completamente de algunas acusaciones aunque también recibe palabras cálidas a su favor, tal como la de su compatriota Lorenzo Musetti (17°), que le restó importancia al asunto en declaraciones al medio Tennis Majors.
«Hay muchos controles y mucha transparencia en este deporte. No quiero pensar en nada más, creo en la lucha contra el dopaje», inició el medallista bronceado en los Juegos Olímpicos de París 2024, cita en que se subió al podio junto al serbio Novak Djokovic (4°) y el español Carlos Alcaraz (2°).
Por otro lado, el nacido en Carrara, de 22 años y dueño de dos títulos, se refirió a la ya popular sustancia clostebol, la cual se convirtió en una constante en el deporte de su país: «La mayoría de los otros casos no vinieron de tenistas, hubo unos pocos. Si hubiera habido 38 casos de tenistas, probablemente se podría pensar que hay algo sospechoso. A nuestro nivel solo conozco el caso de Jannik por haber dado positivo en esa sustancia, así que no hay que quitarle todo lo bueno al tenis italiano por esto».
«Sin duda que esta ha sido mi mejor temporada hasta la fecha. Hay que disfrutar del momento. El circuito es difícil para las emociones, vivimos en una sociedad que va muy deprisa. La vida puede cambiar muy rápido. No debemos tomárnoslo todo como una garantía dada por Dios», cerró el último semifinalista en Wimbledon, que este viernes enfrentará al alemán Alexander Zverev (3°) en cuartos de final del ATP 500 de Viena
