No es algo desconocido ni sorprendente, pero se volvió a ver en Qatar y no dice mucho sobre la pretendida igualdad entre hombres y mujeres en los países árabes. Mucho se ha criticado a la FIFA por organizar un Mundial en un país que no respeta los derechos, ni de las mujeres ni de los trabajadores inmigrantes.
Un gesto (o no gesto) que pasó desapercibido por la mayoría de los espectadores y aficionados tras la final de ayer que Argentina ganó a Francia fue el ‘desplante’ de un jeque a una árbitra al no estrecharle la mano cuando Gianni Infantino, presidente de la FIFA, le entregó la medalla. Los dos lo mantuvieron un incómodo y simple movimiento de cabeza. La brasileña Neuza Back era una de las seis colegiadas de este Mundial.