Neymar venía de sufrir una impensada eliminación en Qatar con Brasil y, en la vuelta a la Ligue 1 con PSG, recibió dos amarillas seguidas (golpe en la cara de un rival y simular un penal) y se fue expulsado contra Estrasburgo.
No conforme con esta decisión el brasileño explotó contra el árbitro Clément Turpin.