El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani ha sido condenado a 26 años de cárcel por un tribunal revolucionario por el supuesto asesinato de tres miembros de las fuerzas de seguridad y otros dos delitos cometidos durante las protestas que sacuden el país persa desde mediados de septiembre.
Otros tres implicados en el asesinato de los tres basijis -milicianos islámicos- en la ciudad de Isfahan a mediados de noviembre han sido condenados a muerte y otro más a dos años de prisión.
El exjugador del Rah-Ahan, el Tractor y el Gol-e Rayhan, de 26 años, había sido acusado por el régimen iraní de un delito llamado ‘moharebeh’, es decir, ‘enemistad con Dios’, según ‘IranWire’; este conllevaba la ejecución en la horca, una pena que ya sufrieron el joven Mohsen Shekari y el luchador Majid Reza Rahnavard, ahorcado en público en la ciudad santa de Mashad por las mismas acusaciones que Amir Nasr-Azadani, todo tras un juicio sin garantías. Parece que al menos el futbolista se librará de la pena de muerte.