En el año 2010, Antonio Valencia, jugador del Manchester United, sufrió una grave lesión en el tobillo durante un partido de la Champions League, lo cual generó preocupación en el equipo, ya que perderían por varios meses al talentoso extremo ecuatoriano. Valencia admitió que en un principio veía difícil su regreso a las canchas al nivel que había demostrado anteriormente, ya que la lesión fue impactante y creyó que no se recuperaría completamente. Sin embargo, su motivación más grande fue su hija, lo que le permitió superar los momentos difíciles y enfocarse en su rehabilitación. Esta lesión se considera complicada de recuperar y son pocos los casos exitosos, pero Valencia logró superarla y retomar su nivel futbolístico.
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