Fueron múltiples las quejas de los tenistas hacia el alborotado público que se hace presente en Roland Garros. Sin ir más lejos, Iga Swaitek (1ª del ranking WTA), en su último partido le lanzó una queja a los espectadores y, anteriormente, David Goffin (115° ranking ATP) ya había denunciado que desde la grada le habían tirado un chicle.
Quien se expresó al respecto fue ni más ni menos que Amelie Mauresmo, la directora del torneo, asegurando que habrá modificaciones en las reglas para calmar el ambiente durante los partidos.
En primera medida, aseguró que es fantástico tener en ambiente de «fiesta», pero a la vez puntualizó que hay límites. «Lo que quiero recordarles es que estamos felices de ver el ambiente y las emociones, que los espectadores están ahí. Por otro lado, seremos inflexibles en cuanto al respeto por los jugadores y el juego. Si hay incluso el más mínimo comportamiento que cruza la línea, esa será la salida», expresó la francesa.
Por otro lado anunció una medida mucho más contundente: la prohibición del alcohol en todo el complejo. «El alcohol estaba hasta ahora autorizado en las gradas, fuera de la tribuna de los jugadores y en la tribuna presidencial. Ahora se acabó en todas partes», enfatizó la directora del torneo.
(Tomado de ESPN)