El martes, durante el ATP 500 de Río de Janeiro, el joven tenista español Carlos Alcaraz sufrió una lesión preocupante en su tobillo derecho, lo que le obligó a retirarse del torneo tras apenas dos juegos. A pesar de generar temor inicialmente, el diagnóstico de un esguince lateral de grado II ofrece un rayo de esperanza para su pronta recuperación. Alcaraz, actual número dos del mundo, comunicó a través de sus redes sociales y en una rueda de prensa posterior que espera poder retomar su agenda en eventos próximos como Las Vegas e Indian Wells, aunque su participación dependerá de la evolución de la lesión.
La lesión ocurrió durante su partido de primera ronda contra el brasileño Thiago Monteiro, cuando Alcaraz torció su tobillo en un movimiento lateral, resultando en una clara torsión y una visible hinchazón. Aunque intentó continuar tras recibir atención médica y ser vendado, el joven español optó por retirarse ante el evidente dolor y la falta de buenas sensaciones para evitar complicaciones mayores. Este abandono deja un sabor amargo para Alcaraz, quien venía de una destacada actuación en el Abierto de Buenos Aires y tenía expectativas altas para el torneo en Río de Janeiro, donde había tenido éxito en años anteriores.
