Luka Modric, y sus compañeros, han vuelto a casa y lo han hecho visiblemente enfadados. Croacia ha abandonado Alemania este miércoles a primera hora de la mañana, sobre las 7.30 horas. La selección ha abandonado su sede en esta Eurocopa en Neuruppin, Brandeburgo, para viajar a Berlín donde han cogido un vuelo hacia Zagreb. Los resultados del martes les dejaban matemáticamente fuera en sus mínimas opciones de clasificarse como uno de los mejores terceros.
El empate a 1 ante Italia en Leipzig aún escuece en las filas croatas que no dudan en señalar al árbitro Danny Makkelie como responsable de su salida de la Euro. Los ocho minutos de tiempo añadido, en los que empató Italia, son considerados excesivos por jugadores, técnicos y afición así como algunas decisiones del neerlandés. En declaraciones al Bild, el ex internacional croata Joe Simunic aseguró que «¡nos sentimos engañados y estamos muy tristes!». «Un policía debe tratar a todos por igual, así que debe ser un policía muy malo», aseveró.
Más arriba apuntó el seleccionador Zlatko Dalic que acusó a UEFA y FIFA directamente. «Hace cinco años que hablo de cómo se comportan, pero nadie me ha escuchado», protestó el técnico en una dura rueda de prensa. Acostumbrados a llegar más lejos con una generación única liderada por Modric, a Croacia en esta ocasión le ha salido cruz.