A finales de enero, Dani Alves ingresó en la cárcel tras ser acusado de agredir sexualmente a una joven en los baños de una discoteca de Barcelona. Desde entonces, su defensa trabaja a contrarreloj para que la justicia permita al brasileño abandonar la prisión hasta la celebración del juicio.
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Mientras tanto, sus compañeros del módulo 13 de Brians 2 han iniciado un curioso negocio que tiene al exlateral como protagonista.
Al parecer, desde la llegada de Alves a la cárcel, el recibimiento por parte del resto de presos ha sido bueno y, al ser un personaje conocido del mundo del fútbol, ha iniciado una liga en la que distintos equipos compiten. Según ElCaso.com, los pedidos de camisetas de fútbol se “cuadruplicaron” desde que el brasileño está entre rejas, publica diario Marca.
Pero no solo eso, sino que ha comenzado a aumentar el ‘tráfico’ de camisetas del FC Barcelona firmadas por el propio Dani Alves. Tal es el auge de este negocio que uno de los internos cuenta con la autorización pertinente para moverse por la cárcel y recoger todas las indumentarias del conjunto culé. Las hay desde aquellas enviadas por las familias a las solicitadas a través de mensajerías.
El mencionado preso, según revela el medio, se dedica a llevarlas al módulo 13 y que Dani Alves las firme. Una vez hecho, el interno las devuelve a cada módulo y estos las envían a sus familiares o amigos.
