El momento más mágico de un Mundial, el momento en que los futbolistas esperan la llegada de su capitán con la Copa del Mundo, quedó manchado por un invitado inesperado. Instantes antes de recoger el trofeo y levantarlo al cielo de Lusail, Leo Messi fue ataviado con una bata que sorprendió a todo el mundo.
Cuando fue a recoger la medalla y la copa, el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, los encargados de salir al escenario instalado en el césped para la entrega de premios, vistieron a Messi con el bisht, símbolo de realeza, estilo y elegancia.
En Qatar solo pueden llevar el bisht los miembros selectos de la familia real
Se trata de una capa tradicional en Oriente Medio que en Qatar solo pueden llevar los miembros selectos de la familia real. Por eso se la puso a Messi el actual emir. Tras besar y acariciar el troncho, se acercó al resto de sus compañeros para vivir es instante único e irrepetible para el ’10’, con el bisht puesto.
En Oriente Medio, el bisht se usa habitualmente por prestigio en ocasiones especiales como bodas o festivales. Por lo general, lo usan los funcionarios seculares o el clero, incluidos los jefes tribales, reyes e imanes, sobre un thawb , kanzu o túnica. Es una prenda de prestigio asociada con la realeza, la posición religiosa, la riqueza y las ocasiones ceremoniales, como el esmoquin de corbata negra en Occidente.
La teoría que cobra más fuerza sobre la etimología de la palabra árabe es que deriva del acadio bishtu, que significa ‘nobleza’ o ‘dignidad’.