Pese a la derrota 6-1, 6-7 (5) y 6-3 en tercera ronda del Madrid Open, el tenista argentino Pedro Cachin (91°) vivió este lunes una jornada que jamás olvidará en el estadio Manolo Santana, donde enfrentó al histórico español Rafael Nadal (512°).
«Entré con más miedo de lo que imaginé, Rafa tiene un aura que trasciende lo inimaginable. No me puedo imaginar lo que debe haber sido en su época a cinco sets, si estando en su peor momento te pone en situaciones tan incómodas. Se deja el alma en la cancha hasta el final», confesó el cordobés, de 29 años, que la pasada temporada, en Gstaad, estrenó su palmarés en el circuito.
En sintonía, el pupilo de Alex Corretja, que en el polvo de ladrillo madrileño interrumpió su racha de 15 derrotas al hilo, reveló sus sensaciones durante el encuentro: «En el primer set comentó muchos errores, no metí ni un saque y la cabeza me jugó una mala pasada. En el segundo conseguí soltarme para competir en el máximo nivel y disfrutar muchísimo. Por momentos creí que podía ganar. Me llevo un recuerdo inolvidable, ha sido un sueño».
«Este torneo hará que recupere un buen nivel y me dará mucha autoestima. He conseguido cortar una racha negativa, esto me da un gran impulso», culminó el dueño de seis trofeos Challenger, que disfrutó un resurgir en el destacado Masters 1000.
Por otra parte, Pedro Cachin (91° ATP) vivió un momento inolvidable en el Madrid Open. Enfrentó por primera vez a Rafael Nadal (512º) y lo puso en problemas. Sin embargo, tras quedar eliminado, protagonizó un peculiar saludo en la red que terminó con el español obsequiándole su remera.
El cordobés, de 29 años de edad, exigió al máximo al estupendo tenista de Manacor y lo hizo trabajar durante tres horas y cuatro minutos en la cancha Manolo Santana del Madrid Open. Pese a la derrota, que dictaminó la clasificación de Rafa a los octavos de final, la felicidad invadió su cuerpo de pies a cabeza y la emoción se evidenció apenas concluido el match.
Después de estrechar sus manos, el albiceleste le confesó su admiración y pidió llevarse, de recuerdo, una remera o una toalla suya. Rafa, algo sorprendido por la atípica situación, quedó en silencio por unos segundos pero rápidamente mostró amabilidad y accedió al pedido sin inconvenientes.
El cordobés, de 29 años de edad, exigió al máximo al estupendo tenista de Manacor y lo hizo trabajar durante tres horas y cuatro minutos en la cancha Manolo Santana del Madrid Open. Pese a la derrota, que dictaminó la clasificación de Rafa a los octavos de final, la felicidad invadió su cuerpo de pies a cabeza y la emoción se evidenció apenas concluido el match.
Después de estrechar sus manos, el albiceleste le confesó su admiración y pidió llevarse, de recuerdo, una remera o una toalla suya. Rafa, algo sorprendido por la atípica situación, quedó en silencio por unos segundos pero rápidamente mostró amabilidad y accedió al pedido sin inconvenientes.
«Me cumpliste un sueño, Rafa, gracias», comenzó diciendo Cachin, que siguió: «¿Te puedo pedir la camiseta?» Acto seguido, el 22 veces campeón de Grand Slam, 14 Roland Garros y ex líder de la clasificación mundial, se acercó a su banco y le entregó la remera.
De esta manera, Cachin, que llegaba al evento madrileño con 15 derrotas seguidas, se marchó con la satisfacción de haber recuperado su nivel y con un obsequio de su ídolo que jamás olvidará.
(Tomado de ESPN)