Una escapada relámpago le ha servido al PSG para constatar que tiene conquistado el mercado asiático. En Doha reunió a 30.000 aficionados para ver un entrenamiento y en Riad se congregaron cerca de 70.000 para disfrutar del que pudo ser el último partido entre Messi y Cristiano. El club, propiedad de Qatar, ha ganado popularidad gracias al tridente y está estudiando organizar su gira de verano en alguna parte de Oriente.
A estas alturas aún no hay nada cerrado, pero el PSG sabe que expandirse hacia tierras asiáticas forma parte de su estrategia de crecimiento internacional. El campeón francés ha recibido propuestas interesantes en lo que se refiere al apartado económico pero también en cuanto a contenido para seguir fidelizando a millones de aficionados. Japón, Corea del Sur, Singapur o Tailandia han dado a conocer su interés para recibir al PSG.
Estados Unidos también gusta. El campeón francés ya ha realizado alguna gira en el continente americano y tiene una estrecha relación con Michael Jordan, con quien firmó un acuerdo de patrocinio hace dos años por su camiseta. David Beckham, otro icono de la industria, representa al PSG en suelo yanqui. Se retiró en 2013 en el cuadro parisino y es uno de sus mejores embajadores. Sin embargo, la tendencia por ahora es mirar hacia Asia.