El experimentado tenista escocés Andy Murray, de 36 años, logró una destacada victoria en su debut en el US Open al superar al francés Corentin Moutet en tres sets con un marcador de 6-2, 7-5 y 6-3. Sin embargo, este triunfo va más allá de un simple pase a la segunda ronda, ya que marca su victoria número 200 en torneos de Grand Slam, convirtiéndose en el octavo jugador en la historia de la ATP en lograr tal hazaña. Murray se posiciona como el tercer tenista en activo en alcanzar esta marca, siguiendo los pasos de Rafael Nadal y Novak Djokovic. A lo largo de su ilustre carrera, Murray ha obtenido tres títulos de Grand Slam, siendo el primero de ellos el US Open en 2012, seguido por sus triunfos en Wimbledon en los años 2013 y 2016. Su legado también incluye un logro único: dos medallas de oro olímpicas en la categoría individual, consagrándose en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
Destacando su resiliencia, Murray ha enfrentado desafíos físicos considerables, incluyendo una operación de cadera en la que recibió un implante de metal. Su perseverancia es aún más impresionante dado que logró alcanzar el puesto número 1 en el ranking mundial en una era dominada por el «Big 3». Además de su éxito individual, contribuyó a la gloria de Gran Bretaña al ganar la Copa Davis en 2015. En un deporte donde la longevidad y la adaptación son cruciales, Murray continúa demostrando su valía, no solo como un contendiente respetado, sino como un símbolo de determinación en el tenis mundial.