Luis Zubeldía, un entrenador con una destacada carrera, se encuentra frente a una oportunidad crucial para consagrar su trayectoria. A pesar de su habilidad táctica y su capacidad para formar equipos competitivos, el anhelo de un título le ha sido esquivo a lo largo de su carrera. Desde su debut en 2009 con Lanús, ha estado cerca de alcanzar el éxito en tres ocasiones, pero cada vez la gloria se le ha escapado por muy poco. Su derrota más reciente ocurrió en la final de la Copa Sudamericana 2020, cuando dirigía a Lanús y se enfrentó a Defensa y Justicia. En esa ocasión, fue superado por la efectividad del rival, que ganó 3-0 en el estadio Kempes de Córdoba. Sin embargo, este desafío contra Fortaleza en la final de la CONMEBOL Sudamericana brinda a Zubeldía una nueva oportunidad para redimirse y finalmente obtener ese codiciado título.
En su primer ciclo al mando de Liga de Quito, Zubeldía no logró el título, pero demostró su capacidad como entrenador. Dirigió al equipo en 96 partidos entre 2014 y 2015, obteniendo un rendimiento respetable de 52.27%. A pesar de no coronarse campeón, dejó una huella en el club con un rendimiento del 64.74% en su segundo año, lo que generó expectativas en el fútbol ecuatoriano. Sin embargo, la oferta del fútbol mexicano lo llevó a dirigir a Santos Laguna, alejándolo momentáneamente de Ecuador.
En su segundo ciclo con Liga de Quito, Zubeldía ha demostrado su capacidad para administrar la plantilla y lograr un equilibrio entre el torneo local y la Sudamericana. El equipo se mantiene en la pelea por el título de LigaPro, y su desempeño en la CONMEBOL Sudamericana ha sido destacado, con solo una derrota en el torneo. Zubeldía se encuentra nuevamente en una final internacional, esta vez con una valiosa experiencia adquirida en la derrota ante Defensa y Justicia en 2020.
Con la oportunidad de enfrentar a otro estratega argentino, Juan Pablo Vojvoda, el partido táctico en la final será fundamental. Zubeldía busca con ansias su primer título, y esta es una oportunidad crucial para demostrar su capacidad como entrenador y dejar atrás la etiqueta de subcampeón.