Después de un episodio igual de intenso que nada fructífero como el que se vivió el curso pasado entre Mbappé y el Real Madrid, en el conjunto blanco ya no van a hacer más por el francés. No descartan su fichaje en un futuro porque saben de la calidad del jugador que está llamado a ser el mejor del mundo si es que no lo es ya, pero lo fían todo al trabajo del jugador. Es decir, si quiere venir al Madrid, que sea él quien de los pasos convenientes. Los blancos serán solo espectadores en el proceso.
Sobre todo porque las relaciones institucionales con el PSG hace tiempo que están rotas. A todo el ‘culebrón’ de Mbappé hay que sumarle las posturas tan opuestas de los dos clubes sobre la Superliga Europea y el asunto del ‘Fair Play Financiero’ que hacen imposible el hecho de que ambos se sienten a negociar.
Aún así, este verano se descarta la llegada de Mbappé porque esta debería ser a través de un fichaje y lo que quiere el Real Madrid es hacerse con sus servicios a coste cero una vez termine contrato. Todo ello no será hasta 2024 y siempre y cuando Mbappé, que tiene la opción en los próximos meses de renovar su contrato hasta 2025, decide no ejecutarla y esperar hasta junio del año próximo para, esta vez sí, firmar con el Real Madrid.
Otro sueldo
Y siguiendo con el avance de los acontecimientos en un supuesto futuro, la llegada del francés al Bernabéu deberá contar con otra condición, la de su salario. El Real Madrid no le va a pagar los 6 millones mensuales que cobra en París y, si quiere ser la estrella del club, deberá respetar el status salarial que también acataron en su momento Cristiano Ronaldo o Sergio Ramos.