La resolución emitida por la Cámara del Estatuto del Jugador de FIFA en relación a las demandas presentadas por el entrenador argentino Gustavo Alfaro y su equipo técnico, quienes desempeñaron labores con la Selección de Ecuador desde septiembre de 2020 hasta el Mundial de Qatar 2022, ha generado un impacto significativo en el ámbito futbolístico. La determinación obliga a la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) a desembolsar una suma aproximada de USD 2 millones más intereses pendientes, en un plazo de 45 días. En caso de incumplimiento, se verá afectada la percepción del 20% correspondiente a la cuota por participación en el Mundial. Esta decisión resalta la necesidad de cumplir con las obligaciones contractuales y económicas, mientras plantea un desafío financiero para la FEF. Aunque existe la posibilidad de apelar ante el TAS, la repercusión en la reputación de la federación y su administración es innegable, enfatizando la importancia de la gestión adecuada de recursos en el fútbol internacional.
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