La lesión de Neymar con la selección brasileña ha puesto de manifiesto un aspecto crucial en el fútbol moderno: la compensación que la FIFA debe proporcionar a los clubes por las lesiones sufridas por sus jugadores durante compromisos internacionales. Esta indemnización es parte de un programa de protección de clubes que se renovó recientemente y estará vigente hasta diciembre de 2026. La regla establece que los clubes serán compensados si un futbolista sufre una lesión que lo mantenga inactivo por más de 28 días consecutivos como resultado de un accidente durante partidos internacionales.
El programa de protección de clubes de la FIFA establece una indemnización máxima de hasta 7.5 millones de euros por futbolista y accidente, calculada en función de un salario fijo del jugador. Esto equivale a una compensación diaria máxima de 20,548 euros por lesión y puede extenderse hasta un máximo de 365 días. Sin embargo, este límite debe ser examinado críticamente, ya que algunas lesiones graves podrían tener un impacto financiero más significativo en los clubes, especialmente en el caso de jugadores de alto perfil con salarios elevados. La capacidad máxima del programa es de 80 millones de euros al año, lo que plantea la pregunta de si este límite es suficiente para cubrir todas las posibles lesiones que puedan ocurrir en un deporte de alto riesgo como el fútbol.