Los jugadores de Uruguay, eliminados del Mundial de Qatar en la fase de grupos, estaban muy enfadados con el colegiado a la conclusión del encuentro ante Ghana. El gol del Corea del Sur en el último momento del partido frente a Portugal los dejaba fuera de octavos de final de la Copa del Mundo por primera vez en 20 años.
La gran bronca de los futbolistas celestes con el árbitro alemán, Daniel Siebert, llegó por la polémica jugada al término del choque en la que Cavani es derribado en el área y todo el equipo uruguayo pidió penalti. Antes también habían reclamado otra pena máxima que tampoco señaló el colegiado.
Uno de los jugadores más enojados al final del encuentro era Giménez. El central no pudo contener la frustración y se desahogó gritando delante de una cámara con la que se encontró en el terreno de juego. “Manga de ladrones. Son toda una manga de ladrones estos hijos de p… Sí, grábame, la concha de su madre”, dijo el futbolista celeste.