Kings League: ¿Una amenaza para la esencia del fútbol federativo?

El panorama futbolístico está experimentando cambios trascendentales con la ascensión imponente de la Kings League, una competición que, aunque inactiva en el presente, mantiene su dominio sobre la atención y pasión de la comunidad, ejerciendo una influencia contundente sobre los clubes tradicionales. Tal es la magnitud de esta transformación que la Fundació Esportiva Grama, enclavada en la 3ª RFEF, se ha visto compelida a dirigir una carta a la Federación Catalana de Fútbol, solicitando con urgencia una asamblea extraordinaria. El núcleo de la queja reside en la pérdida reciente de dos de sus elementos más destacados, Nadir Louah y Adri Gimeno. La Kings League, con su peculiar estructura, exige un compromiso de absoluta exclusividad a los jugadores para la venidera temporada. En este contexto, muchos talentos optan por el Fútbol 11, incluso firmando bajo la nomenclatura de jugador 11 o 12, pero si bien se les adscribe como tales en la Kings League, su afiliación contractual se mantiene con los clubes, lo que posibilita a los «streamers» ofrecer retribuciones sustanciales.

Las consecuencias inmediatas son palpables: equipos de rangos como la 3ª RFEF o la 1ª Catalana sufren la merma de jugadores esenciales en sus alineaciones. Como ejemplo, la FE Grama ha cedido a Nadir Louah, quien ha sido adquirido por el conjunto Porcinos, y las especulaciones apuntan a que Adri Gimeno podría prolongar su vínculo con el xBuyer Team. La misiva de la FE Grama subraya su inquietud, aduciendo que «al operar al margen de la RFEF, no se configura un marco regulatorio que limite su injerencia en los clubes». La coyuntura ha alcanzado niveles tal, que incluso el pago de una ficha federativa, generalmente modesta en su monto, podría derivar en la pérdida de elementos esenciales. Por último, la FE Grama exhorta a que «la Federación, con el concurso de la RFEF, adopte medidas de corte imperioso». Su meta central es garantizar que las competiciones futbolísticas tradicionales no queden ensombrecidas o menospreciadas por torneos como la Kings League, que se desenvuelven al margen del paraguas regulatorio federativo.

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