Andrés Iniesta deja de jugar. Así definió él, uno de los jugadores más fantásticos, tan admirado como respetado en el mundo del fútbol, esencialmente idolatrado en la selección española y el Barcelona, su adiós al fútbol profesional a los 40 años este martes en la capital catalana, en un acto rodeado de su familia. “Me voy con pena, hubiese jugado hasta los 90 años, pero me voy feliz”, subrayó el manchego que después de 22 años de carrera y 38 títulos, en tres equipos (Barcelona, Vissel Kobe y Emirates Club), entre los que se incluyen dos Eurocopas y un Mundial con la selección española. “Solo hubiese sido feliz con jugar un solo partido en Primera. El resto ha sido un regalo”.
“Andrés refleja lo que sentíamos cuando éramos niños y nuestra madre nos llamaba: ‘Sube, sube”, describió Luis Enrique, compañero y entrenador de Iniesta en el Barcelona en un vídeo en el que participaron desde su primer técnico cuando aún era un chaval hasta otros preparadores como Pep Guardiola o Vicente del Bosque. Hacía tiempo que Iniesta maduraba la hora de decir adiós. Lo esperaba sin demasiada ansia, pero no lo dilataba. Hasta que llegó un día en el que entendió que había llegado el momento. Fue entonces cuando todo se precipitó. Hace aproximadamente tres semanas, Iniesta le comunicó a su entorno que deseaba comunicar su retirada. La preparación fue tan exprés como emotiva, en la que el protagonismo lo tuvo Iniesta, por supuesto, y en el que lo acompañaron su familia y entrenadores.
“Quiero agradecer a todos los que están aquí y a todos lo que quisieron hacer el esfuerzo de venir, pero no pudieron estar. Supongo que me permitiréis que me emocione…”, se arrancó Iniesta. Y no pudo contener las lágrimas… “Nunca imagine este día. Todas las lágrimas de hoy y las de estos días son emoción de orgullo, no de tristeza. Son las lágrimas de ese niño de Fuentealbilla que tenía el sueño de ser futbolista. Y lo conseguí, lo conseguimos, después de mucho esfuerzo, sacrificio y de nunca rendirse. Estoy muy orgulloso de todo el camino. Mi carrera deportiva fue como un cuento. He vivido las mejores cosas que se pueden vivir a nivel humano y futbolístico”, expuso Iniesta y comenzó un viaje con fotos, vídeos y testimonios de sus diferentes etapas en el fútbol.
En el acto, con cerca de 500 personas en la America’s Cup Experience, estuvieron excompañeros de Iniesta como Xavi Hernández, Deco, Ludovic Giuly, Juliano Belletti, Bojan Krkic, Sergi Roberto, Sergi Samper, Joan Capdevila, Gerard López y Thiago Alcántara, también exentrenadores como Llorenç Serra Ferrer, Jordi Roura, Eusebio Sacristán, Juan Carlos Unzué y Aureli Altimira. Dijeron presente también Hansi Flick y miembros de la actual plantilla del Barcelona: Ronald Araujo, Gavi, Dani Olmo y Ansu Fati. El Madrid estuvo representado por Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales, que viajó a Barcelona. “En el vídeo habrán salido muchas imágenes, pero pocas con títulos. Lo que me queda a mí es el cariño de la gente. El Balón de Oro —que no consiguió ganar— es muy bonito, pero para cuando hablo de orgullo no lo digo por los títulos, lo digo por el cariño de toda la gente. El resto es una consecuencia de todo el trabajo. La imagen de Xavi, Leo y yo, es más grande que haberlo conseguido. Tres tíos de la casa en el podio, es el verdadero premio. Es lo que siento”, cerró Iniesta que no quiso elegir entre el gol de Johannesburgo que selló el Mundial de España y su grito en Stamford Bridge con el Barcelona: “No puedo elegir, son dos goles que simbolizan mis dos vidas”. Iniesta no se retira, solamente deja de jugar. Su vida continuará ligada al fútbol.