Son ocho los puntos que Norris recortó a Verstappen este domingo, según las frías matemáticas. Afortunadamente, el deporte de alto nivel es mucho más que números. Pesan los intangibles después de que Lando consiga su segunda victoria en la F1 con un dominio tan aplastante, desde la pole, en casa del campeón, con un adelantamiento en la pista, con un McLaren de otra época, una actuación sin pegas (salida al margen) y una solidez propia de los grandes. No fue un domingo sencillo el de Zandvoort, las fortísimas rachas de viento hicieron que cada vuelta fuera diferente, y en ese contexto el joven inglés decreta el final del verano para la afición holandesa, y quizás también abre una nueva era, algo más incierta, para el final de la temporada 2024. Con su triunfo por delante de Max y Leclerc en el GP de los Países Bajos, Lando se queda a 70 puntos del líder con nueve carreras (y dos esprints) hasta llegar a Abu Dhabi. Quizás no hay Mundial, pero ya hay rival. Después de tres días y tres noches con la música a todo trapo, la grada ‘oranje’ se marchó a casa en silencio.
Y eso que Norris regaló la salida. Bajo los semáforos, a escasos metros de la posició de parrilla, Verstappen ya había adelantado al McLaren autor de la pole. Pudo haber error de piloto, aunque es justo decir que a Piastri le sucedió exactamente lo mismo con Russell. Puede que el MCL38 no tenga los arranques entre sus puntos débiles. No iba a ser todo tan fácil. Pero esta vez ‘Mad Max’ no se marchó, Lando se asomó un par de veces y cuajó el adelantamiento sin sudar en la vuelta 18. El holandés se pegó durante un rato, pero duró poco. Norris se marchó, cubrió después la parada de Red Bull como un mero trámite (la estrategia de todos fue plana y tampoco hubo accidentes o coches de seguridad) y viajó deprisa camino de su segunda victoria en la F1. Pudo (y quizás debió) llegar en Canadá, Barcelona, Austria, Hungría, Bélgica… más vale tarde que nunca. La nada discreta pirotecnia cuando cruzó la meta bajo la bandera a cuadros probablemente estaba reservada para otro piloto. Pero no, el héroe local llegó 22 segundos más tarde.
Verstappen tampoco sufrió en exceso una vez vio marchar el triunfo, y eso que por la radio daba detalles de un coche sin agarre, casi inconducible, que igualmente fue más rápido que todos los que venían por detrás. Las dificultades en la pista dieron pie a algunas actuaciones individuales brillantes. Como Leclerc, que cazó a Russell y Piastri con un doble ‘undercut’ y posicionó a Ferrari en la liga de los buenos durante un buen rato. McLaren alargó la estrategia de Oscar para cubrir siempre la primera posición en caso de coche de seguridad o bandera roja, pero pusieron en peligro el podio. Al final Piastri alcanzó a Charles con ventaja de neumáticos y un coche muy superior, pero Leclerc defendió todos los arrebatos del McLaren para cerrar las puertas del podio. Imperial. A los pilotos se les exige estar al nivel de su monoplaza, el monegasco estuvo por encima.
(Tomado de diario AS)