El tono de crítica de Verstappen sube de nivel conforme se suceden las carreras insuficientes en el Red Bull. En Monza fue sexto, sin opciones siquiera de luchar por el quinto de Hamilton. Max apenas ha subido una vez al podio (Holanda, 2º) en las últimas cuatro carreras y el RB20 empieza a preocupar. Porque, aunque Norris no recorte como debería, la sangría de puntos es importante y todavía quedan ocho carreras y tres esprints por delante (232 puntos). Verstappen tiene 62 de ventaja sobre Lando. Las cuentas cada vez están más claras.
El campeón habla abiertamente de un monoplaza inconducible y no se explica que sea el mismo coche que al inicio de la campaña arrasaba sin rivales. “El año pasado tuvimos un gran coche, el más dominante que he tenido, y lo hemos convertido en un monstruo”, dijo a la Prensa. “Hemos pasado de tener un coche dominante a uno inconducible en seis u ocho meses. Para mí es muy raro, sinceramente. Tenemos que dar la vuelta al coche”, sentenció. Hay dos teorías por el paddock: o bien la FIA echó para atrás alguna pieza del RB20, o simplemente las evoluciones más recientes de la fábrica han resultado ser un fiasco.
“Estamos mal en todas partes, así que necesitamos muchos cambios”, valoró Verstappen antes de entrar en el cambio de ruedas de seis segundos que efectuó su equipo: “Fuimos flojos en varios frentes y también en el ‘pit-stop”.
¿Cómo se soluciona? “No soy ingeniero ni aerodinámico, pero he dado todo lo que tengo en la pista. Estaba bastante claro, para todos, lo que tenemos que hacer. Tenemos que darle la vuelta. No es fácil hacer eso rápido, pero tenemos que poner algo en el coche que lo haga más fácil de conducir. Es un coche inconducible con un problema enorme de rebote”. Red Bull aún lidera el campeonato de constructores con ocho puntos sobre McLaren. Verstappen trata de despertar a su escudería: “En este momento, ninguno de los campeonatos es realista”.
(Tomado de diario AS)
