La crisis de violencia en la zona de Sinaloa, en México, impactó en el desarrollo de los torneos de fútbol con la suspensión de partidos. El detonante de los disturbios fue la recaptura del capo narco Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa, lo que provocó tiroteos y bloqueos por los enfrentamientos entre grupos narcos y fuerzas de seguridad.
Entre las actividades que debieron aplazarse figuran clases, jornadas de trabajo y toda la rutina de un territorio convulsionado. Y en ese contexto, no se podrá disputar el encuentro de la primera fecha de la Liga MX entre Mazatlán y León, programado para este viernes en el estadio El Kraken. También se inicia la Liga de Expansión, en la que se vio aplazado el partido entre Dorados y Correcaminos de este jueves en el estadio Banorte de Culiacán. Además, se reprogramarían cotejos de fútbol femenino.
Ovidio Guzmán López y una nueva captura que enciende la mecha de las fuerzas del narcotráfico
El hijo del Chapo comanda la facción de narcotraficantes identificados como Los Chapitos, que apuntalan el poder del nuevo líder narco del Cartel, Ismael Zambada, tras la encarcelación del Chapo en Estados Unidos. Según trascendió, el Mayo Zambada tiene problemas de salud y Ovidio intenta relevarlo para evitar fragmentar el grupo en caso de que fallezca.
Los investigadores aseguran que los cargos que enfrenta Guzmán López en Estados Unidos incluyen distribución de cocaína, metanfetaminas y marihuana desde México. De todas formas, las fuerzas que lo capturaron son mexicanas. En 2019, también habían logrado apresarlo pero la violencia desplegada por las fuerzas narco amenazando con atacar a la población civil fue tal que obligó al mismo presidente, Andrés López Obrador, a dar la orden de liberarlo para restablecer el orden y “evitar un baño de sangre”.