Emiliano Martínez, arquero de la Selección Argentina, aseguró que les “gusta” que se diga que el favorito para la final del Mundial de Qatar 2022 es Francia y advirtió que “la necesidad de ganar te puede jugar en contra, hay que tener la cabeza fría”.
Dibu respondió a las preguntas de la prensa, en la previa del último partido del domingo en Doha:
“A Leo (Messi) lo veo feliz, como todos los argentinos. Era difícil superar al Messi de la Copa América, pero ahora incluso lo veo mejor”.
“Nos gusta que digan que el otro equipo es más favorito. Nosotros no nos sentimos inferiores a nadie”.
“Es una locura, arrancamos perdiendo con Arabia y fue un balde de agua fría para todos. Fuimos mejorando, fue un camino difícil. Pero nosotros dijimos después de Arabia que íbamos a dejar todo por jugar una final del Mundo”.
“Están cerca, los sentimos, cerca, nos sentimos locales. En la entrada en calor te sentís local, como si estuvieras jugando en Argentina”.
“Es difícil no pensar en lo que te costó llegar, yo soy un luchador, desde los 12 que me fui a Independiente y a los 17 me fui al Arsenal. En Argentina no me conocían como yo quería, necesitaba ayudar a mi familia y me fui. Hoy en día tener a toda la Argentina ayudándome a defender el arco es emocionante, pero soy muy frío en ese momento”.
“Lo estuvimos viendo (a Francia) porque era un rival que nos podía tocar en octavos, es el campeón mundial no es solo un jugador. Es una gran selección, tenemos los recaudos. Sabemos lo bueno que son arriba, vamos a intentar hacer nuestro juego”.
“En Brasil los favoritos era Brasil y hoy lo dicen de Francia”. “Nos gusta que den favorito al otro, nosotros tenemos al mejor”.
“Es el trabajo que hacemos, tenemos reuniones sobre donde les gusta definir más. Igualmente no me quedo solo con eso, sino con mi sensación en el momento. El margen de error es poco, el mínimo error táctico te puede hacer pagar”.
“Hicieron comentarios, es difícil que opinen porque no conocen Sudamérica. Si no juegas no puedes comentar. Ellos saben que somos una selección de nivel mundial y nos respetan”.
“La necesidad de ganar te puede jugar en contra, hay que tener la cabeza fría. Jugar como venimos jugando, tener el control del partido. Saber que estamos jugando solo un partido, es lo más difícil, pero a la vez es la final del Mundo”.
“Normal, yo soy un pibe muy normal, no se me van los humos cuando las cosas van bien y no me hundo cuando me va mal. Mi familia y amigos me ponen en mi lugar. Si hay 50 chicos y se quieren sacar una foto me quedo una hora o dos”.