En el polémico encuentro entre Valencia y Real Madrid en Mestalla, el árbitro De Burgos Bengoetxea generó controversia al redactar inicialmente un acta en la que omitió los insultos racistas dirigidos a Vinicius.
Sin embargo, posteriormente rectificó y añadió el incidente, atribuyendo la omisión a un error informático. En el acta corregida, el colegiado mencionó que en el minuto 73 un espectador desde la grada sur profirió insultos racistas contra el jugador del Real Madrid, activando así el protocolo de racismo y deteniendo el partido hasta que se emitió un aviso por megafonía.
Además, el árbitro también hizo constar en su acta que en el minuto 71 se produjo el lanzamiento de objetos al terreno de juego desde la misma grada, lo cual activó el protocolo correspondiente.
El incidente suscitó críticas debido a la inicial omisión de los insultos racistas en el acta, lo cual generó malestar y cuestionamientos sobre la respuesta y gestión del árbitro.