El pasado 1 de agosto, surgió un revuelo en el mundo del fútbol cuando se filtró la posible intención del Paris Saint-Germain (PSG) de presentar una denuncia ante la FIFA en contra de su propio jugador estrella, Kylian Mbappé. El motivo tras esta sorprendente movida radica en los supuestos contactos mantenidos por el jugador con el Real Madrid, mientras aún se encuentra bajo contrato con el club parisino. Aunque el PSG amenazó con tomar esta medida, hasta el momento, no ha concretado la denuncia ni contra el jugador ni contra el Real Madrid. Para que dicha denuncia tenga sustento, debe ampararse en el artículo 18.3 del Reglamento sobre los Estatutos y Transferencias de Jugadores de la FIFA, el cual establece que un club que busque firmar un contrato con un jugador profesional debe notificar por escrito su intención al club actual del jugador antes de entablar negociaciones con el mismo. Sin embargo, para que esta denuncia tenga peso, es esencial presentar pruebas tangibles de estos contactos, como comunicaciones por escrito, correos electrónicos o incluso conversaciones telefónicas que demuestren la violación de la normativa.
Pruebas cruciales: El PSG requiere evidencia sólida para sostener una posible denuncia contra Mbappé y el Real Madrid
