En una pausa vacacional después del Gran Premio de Bélgica, la Fórmula 1 se enfrenta a un hecho fáctico: Max Verstappen pasará 28 días sin ganar. Aunque la categoría frene su marcha, parece inevitable que el bicampeón suba al escalón más alto del podio, dado su imparable rendimiento con el Red Bull RB19, sumando diez éxitos en 12 carreras. En Spa-Francorchamps, Verstappen demostró su superioridad, superando múltiples obstáculos en su camino hacia la victoria, aunque su actitud arrogante hacia su ingeniero de pista levantó críticas.
A pesar de penalizaciones y desafíos, Verstappen sigue dominando la Fórmula 1, dejando a sus competidores atrás en cada carrera. Los desafíos técnicos y tácticos enfrentados por Verstappen durante la temporada han sido impresionantes, y su habilidad para mantener la concentración y evitar errores es un testimonio de su talento excepcional. Sin embargo, su comportamiento arrogante en el GP belga plantea la necesidad de equilibrar su habilidad con una actitud más mesurada. Aunque algunos pilotos, como Sergio Pérez, ofrecen una resistencia digna, Verstappen continúa siendo el principal contendiente al título.