Se imaginan que los colegiados del fútbol español tuvieran que pasar un detector de mentiras para poder arbitrar? ¿Qué se le preguntara a un árbitro en concreto, imagínense, el que pite el Clásico de este próximo domingo en el Santiago Bernabéu si es del Real Madrid o del Barcelona o si ha pitado una falta o un penalti porque es de un equipo u otro? O incluso, si al colegiado István Kovács que dirigió el duelo entre el PSG y el Barcelona le sientan ante polígrafo y le preguntan si expulsó a Araújo porque tiene más afinidad por el conjunto parisino? ¿No es algo que suena a locura?
Pues esto mismo es una realidad hoy en el fútbol ucraniano, inmerso en un período de renovación en el que, por encima de todo, se intenta poner fin a la corrupción, el soborno y el presunto amaño de partidos. Y el adalid de tamaña empresa no es otro que el legendario delantero Andriy Shevchenko, que desde el pasado mes de enero es el presidente de la Federación Ucraniana de Fútbol.
Desde entonces, el que fuera delantero de, entre otros, Milan, Chelsea o Dinamo de Kiev, ha impulsado esta directriz que, por drástica que parezca, parece ser que no encuentran otro modo de acabar con las acusaciones de parcialidad constantes que, según se apunta, asolan el fútbol ucraniano incluso desde las épocas soviéticas.
Si bien el uso del polígrafo no parece ser la única medida que se está llevando a cabo en el fútbol ucraniano, la propia federación insiste en la aleatoriedad en la designación arbitral para cada uno de los partidos que se disputan. Se acabó aquello de que los mejores colegiados arbitran los duelos más comprometidos. Todo al azar.
Pero lo que está haciendo incluso saltar las alarmas de la opinión pública es el mencionado uso del polígrafo. “Vemos al polígrafo como una oportunidad de obtener información y saber con qué árbitros podemos o no trabajar“, ha afirmado Shevchenko, quién confirmó que si no pasan la prueba, el árbitro en cuestión no podrá ejercer como tal.
La encargada de supervisar el perfecto funcionamiento del proceso no es otra que Kateryna Monzul, reputada ex árbitro y actual jefa del Comité de Árbitros de la Federación Ucraniana. Hasta la fecha, según confirma el diario británico The Athletic, los árbitros que han pasado por el polígrafo lo han superado.