Sin abucheos, como algún avispado escribió en Twitter, Jannik Sinner entró en un desangelado estadio Arthur Ashe para debutar en el US Open 2024, pocos días después de que fuese revelado el doble positivo por clostebol por el que fue exonerado de culpa, en un proceso polémico que fue ocultado hasta su resolución. Había muy pocos espectadores en las gradas al comienzo de su partido contra Mackenzie McDonald y el italiano lo inicio nervioso e impreciso. Enseguida se vio por debajo en el marcador y perdió incluso el primer set, pero luego se recompuso para ganar los tres siguientes de manera contundente: 2-6, 6-2, 6-1 y 6-2 en 2h24. El jueves se enfrentará a otro estadounidense, el joven de 19 años Alex Michelsen, recientemente finalista en Winston Salem.
Había curiosidad por saber cómo sería recibido Sinner por los espectadores, que mostraron más bien indiferencia. La mayoría había salido a tomar algo después de la victoria de Swiatek contra Rakhimova. Los que seguían dentro aplaudieron y poco a poco la pista cogió más color y ambiente hasta la ovación final por la victoria de Jannik.
“No empecé de la mejor manera, pero comenzar en cualquier torneo nunca es fácil. Estoy contento por haber pasado”, dijo el número uno del mundo, que ha generado mucho debate. El último en atacarle a él y a quienes le defienden, Kyrgios: “¿Si hubiera sido yo, pensáis que Toni Nadal saldría a defenderme?”.
Las declaraciones de SInner sobre la repercusión de su caso.
«La respuesta de los fans ha sido buena desde que la noticia salió a la luz. En los entrenamientos sentí mucho apoyo y eso me hace muy feliz».
Luego, el italiano, que defiende octavos de final en Flushing Meadows, se refirió a las críticas recibidas durante estos días de parte de sus colegas dentro de la comunidad del tenis como el australiano Nick Kyrgios y el canadiense Denis Shapovalov, quienes no se guardan nada y fueron algunos de los más duros.
“Ha habido algunas reacciones pero no puedo controlar lo que piensan o lo que dicen los tenistas. Si tengo algo que decirle a alguien, se lo diré personalmente y de forma privada porque así soy yo. Igualmente, dentro de todo no ha habido una mala reacción así que estoy contento», cerró el último campeón en el Abierto de Australia, quien enfrentará al anfitrión Alex Michelsen (49°)