En el esperado debut de Harry Kane con el Bayern Munich, el RB Leipzig se erigió como el aguafiestas al arrebatarle el protagonismo y asegurar su primera conquista en la historia de la Supercopa de Alemania. Sin embargo, el foco indiscutible estuvo en la magnífica actuación de Dani Olmo, cuyo espectacular triplete marcó la pauta del encuentro. A pesar de las expectativas generadas por el estreno de Kane, el delantero inglés tuvo una presencia discreta en la segunda mitad del partido, dejando un sabor agridulce en su debut.